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Orientación Ciencias Naturales

La ley de educación Nacional (LEN) define para todas las modalidades y orientaciones la de “habilitar a los adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuación de los estudios”.1

En el transcurso de los últimos años, se ha observado que en nuestra institución, la gran mayoría de los alumnos continúan con estudios superiores (generalmente universitarios), Esto se debe, quizás, al ambiente socio – cultural predominante en las familias de las que provienen nuestros alumnos (Clase media).

Es en consonancia con este fin (continuidad en el sistema educativo) y de acuerdo a las inquietudes manifestadas por los diferentes actores de la comunidad (padres, alumnos, docentes) que nos planteamos la necesidad de ampliar la oferta educativa (hasta el 2014 solo en humanidades y ciencias sociales) al área de Ciencias Naturales.

En total acuerdo con la Ley nacional de Educación, reconocemos que el currículum en su complejidad trasciende el listado de asignaturas, los contenidos que en ellas se incluyen, las cargas horarias, y define el ritmo y la forma de trabajo.2

Es por esto, que el proyecto curricular de la nueva orientación debe insertarse en la “manera” de ver el mundo de la Escuela Católica y particularmente de la escuela Salesiana, tomando desde el sistema preventivo las acciones necesarias para formar jóvenes que desde su realidad sean capaces de mirar con interés y empatía la realidad de los niños y jóvenes más vulnerables para ir tomando decisiones a lo largo de su vida que los vayan comprometiendo a ser protagonistas de los cambios sociales necesarios a favor de los más necesitados. En este caso en particular, desde el área de la Salud comprendida en la orientación de las Ciencias Naturales.

Siguiendo el texto del Consejo Federal de Educación, sabemos que constituye un eje estratégico la formación para una convivencia pluralista, basada en valores tales como la solidaridad, la aceptación de las diferencias y el respeto mutuo. Esta formación atañe a la experiencia escolar en su conjunto. No es suficiente con incorporar contenidos en la currícula, sino que es necesario revisar las prácticas institucionales para reflexionar sobre qué es lo que se enseña y qué se aprende en la convivencia cotidiana, el clima de trabajo institucional, en las relaciones que se establecen entre docentes, alumnos y la comunidad educativa, en el modo de abordar los conflictos, en la posición que los adultos asumen frente a los derechos de los adolescentes, jóvenes y adultos, en los espacios que se abren a la participación, entro otros aspectos de la vida escolar 3. Sentimos que desdeel Carisma de Don Bosco, y desde la construcción permanente de nuestra presencia educativa, este es un punto de desafío especial a la hora de construir la comunidad educativa.

La decisión de optar por esta orientación se apoya también en el hecho de que por su ubicación geográfica, la institución se encuentra en relación con las principales Universidades de Ciencias Naturales de la provincia (Facultad de Medicina y enfermería, Instituto de Ciencias Naturales Miguel Lillo, Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia, etc.), lo que posibilitaría el establecimiento en el futuro de diferentes convenios educativos.

En cuanto a la Cosmovisión de la Institución, hasta la fecha, la modalidad de humanidades y ciencias sociales ha trabajado en la formación de los jóvenes en una mirada profunda y empática sobre la realidad social de los menores en riesgo. Esta nueva orientación se articularía con la primera desde los trabajos de investigación e intervención socio – comunitaria en la línea de la prevención primaria de la salud y en la generación de una conciencia ecológica profunda.